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jueves, 25 de noviembre de 2010
El tiempo y la vida
miércoles, 27 de octubre de 2010
JUAN SALVADOR GAVIOTA.
Nos habla de una gaviota que se atrevió a soñar. Le interesaba ser ella misma,
vivir intensamente, potenciar todos sus talentos y posibilidades. No aceptaba la
vida monótona y siempre igual de la bandada que sólo se atrevía a vuelos
rastreros, sin alma, detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos.
Ella sentía en su alma el llamado de las alturas, la vocación de libertad.
Por atreverse a proponer una vida distinta, la aislaron, la dejaron sola,
la tacharon de loca, la desterraron.
Juan Salvador, la pequeña gaviota, aceptó la soledad del aprender de nuevo,
la soledad de la búsqueda atrevida de mares nuevos, nuevos cielos,
nuevos horizontes. En lo profundo de su corazón adolorido, sentía que
sus alas habían nacido para abrirse a la inmensidad de lo desconocido.
Y se arriesgó.
Tras muchos ensayos fallidos, un día se encontró surcando los altos cielos,
azules, maravillosos, inmensos, con un halo de eternidad. Y ese día entendió
por qué y para qué había nacido gaviota. Palpó el vértigo de lo profundo,
vivió la originalidad, la iniciativa, la creatividad. Experimentó las honduras
de la perfección: llegar hasta el final de lo emprendido, llegar hasta la raíz,
el manantial de su propio ser.
Ya no se trataba tanto de buscar la libertad, como de ser libre.
Y se entregó apasionadamente a ser ella misma, sin ataduras ni temores.
Pero Juan Salvador Gaviota seguía amando a los suyos a pesar de que lo
habían desterrado. Y decidió volver a la bandada para enseñarles que la
vida podía ser algo mucho más interesante que comer y disputarse los
desperdicios de los barcos.
Estaba seguro de que su empresa no iba a ser nada fácil, que de nuevo
lo aislarían, lo ofenderían, pues no estaban dispuestos a cambiar ni a escuchar
tranquilamente que alguien les hablara de la necesidad de cambio.
No importaba que no lo comprendieran: con que una sola gaviota
se atreviera a soñar y emprender un nuevo vuelo, se justificaba su aventura.
En el fondo de su corazón, Juan Salvador Gaviota adivinaba que era imposible vivir
intensamente su libertad sin intentar liberar a otros, que la plenitud implicaba el servicio.
Volvió sin prédicas ni alardes. Sólo trataba de ser una auténtica gaviota nacida para volar.
Poco a poco, algunas gaviotas jóvenes se fueron acercando a presenciar su vuelo vigoroso.
Y le pidieron que les enseñara a volar. No les importaba que la bandada los despreciara y
expulsara. Querían volar, experimentar otra vida, atreverse a ser libres.
Y se atrevieron A vivir y a volar. A ser ellas mismas...
Richard Bach
Decidete a volar
DECIDETE A VOLAR
Abandona tu comodidad, enfrenta tus miedos e inseguridades, y sólo así,
comenzarás a volar...
Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando,
memoriza esta parábola:
"Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano,
se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre
sucio por el pestilente lodo. Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre,
hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado
por el cieno y el se dió cuenta de que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse,
comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo
porque había olvidado como volar,
pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar
el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso."
Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están
obligando a elevar el vuelo o a morir.
Nunca es tarde.
No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido,
no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad,
siempre estamos a tiempo para decir BASTA,
para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el
cieno y volar ALTO y muy lejos del pántano. Abandona la vía segura y cómoda.
Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente.
Dios te acompañará y te dirá que camino tomar.
martes, 19 de octubre de 2010
miércoles, 13 de octubre de 2010
Dignidad del hombre
Carta por la dignidad del hombre
Que mi pueblo no se quede sin palabras
no se quede sin mañanas
ni fuerzas para luchar
no se quede sin mañanas
ni fuerzas para luchar
ZX
Que mi pubelo no robe por comida
que no ruegue por justicia
y no deje de soñar
que no ruegue por justicia
y no deje de soñar
que los niños puedan llegar a su escuela
y abrazar la vida enteracon trabajo y libertad
que lo duro no se nos haga imposible
que yo creo en utopias
y que se puedan lograr
y abrazar la vida enteracon trabajo y libertad
que lo duro no se nos haga imposible
que yo creo en utopias
y que se puedan lograr
que mi gente no pierda la memoria
que no repita la historia
que nos ha hecho tan mal
que no repita la historia
que nos ha hecho tan mal
que mi gente no pierda la esperanza
que la fe nunca descansa
y que Dios sabe escuchar
que la fe nunca descansa
y que Dios sabe escuchar
que a mis calles vuelvan todas las familias
sin tener miedo ni prisa
de morirse asi nomas
sin tener miedo ni prisa
de morirse asi nomas
que no hay nada mas decente
que la voz de nuestra gente
cuando exige la verdad
cuando exige la verdad
que la voz de nuestra gente
cuando exige la verdad
cuando exige la verdad
que hubo algunos que se han ido
con los bolsillos vacios
respirando dignidad
mientras que otros se han llenado
de todo lo que han robado
pese al hambre popular
pese al hambre popular
con los bolsillos vacios
respirando dignidad
mientras que otros se han llenado
de todo lo que han robado
pese al hambre popular
pese al hambre popular
que mi gente no pierda la sonrisa
no pierda la poesia
ni la sangre, ni la luz
que hoy mi gente reclama por justicia
reclama por comida
reclama por salud
no pierda la poesia
ni la sangre, ni la luz
que hoy mi gente reclama por justicia
reclama por comida
reclama por salud
que mi gente no pierda la memoria
que no repita la historia
que nos ha hecho tan mal
que mi gente no pierda la esperanza
que la fe nunca descansa
y que Dios sabe escuchar
que no repita la historia
que nos ha hecho tan mal
que mi gente no pierda la esperanza
que la fe nunca descansa
y que Dios sabe escuchar
que mi gente no pierda la esperanza
que la fe nunca descansa
y que Dios sabe escuchar
que la fe nunca descansa
y que Dios sabe escuchar
AUTOR. ALEJANDRO LERNER
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