martes, 28 de junio de 2011

Cuando los perros se van al cielo


 
 

 
Cuando los perros se van al cielo, no necesitan alas 
porque Dios sabe 
que ellos prefieren correr. 
Él les da campos. 
Campos y campos y campos. 
Cuando un perro recién llega al cielo él sólo corre. 
El paraíso de los perros tiene lagos grandes, de aguas claras, 
llenos de gansos que cantan, que baten sus alas y que juegan. 
A los perros les encanta; 
corren al lado del agua y ladran y ladran 
y Dios los mira desde atrás de un árbol y sonríe.
Allí hay niños, por supuesto, niños ángeles. 
Dios sabe que los perros 
aman a los niños más que nada en el mundo, por lo tanto 
Él llena el Paraíso de los Perros con muchos niños. 
Hay niños en bicicletas y niños en patines. Hay niños arrojando
pelotas rojas y niños elevando volantines a través de las nubes. 
Los perros están allí y los niños los aman.
Ah! 
y las galletas de perros. 
Galletas y más galletas, 
tantas como podamos ver. 
Dios tiene sentido del humor y hace Sus galletas con 
divertidas formas para Sus perros. 
Hay galletas con formas de gatitos, 
de ardillas, de conos de helado, de sándwich de jamón. 
Cada ángel que pasa tiene una galleta para un perro.
Y, por supuesto, todos los perros de Dios se sientan 
cuando los ángeles 
dicen "sit". 
Cada perro es un buen perro en el Paraíso de los Perros.
Dios 
da vuelta hacia afuera las nubes para hacer camas blanditas 
para los perros, en el Paraíso de los Perros, 
y cuando están cansados de 
correr y ladrar y comer galletas de sándwich de jamón, 
los perros encuentran una cama de nubes para dormir. 
Ellos giran una y otra vez en la nube... 
hasta que está bien, y entonces 
se acurrucan y duermen.
Dios los cuida, a cada uno de ellos,... y no hay pesadillas.
Los perros que están en el Paraíso de los Perros casi siempre han pertenecido a alguien en la Tierra y, por supuesto, los perros lo recuerdan. 
El Paraíso está lleno de recuerdos.
Por eso a veces un ángel llevará un 
perro de vuelta a la Tierra en una corta visita, 
y silenciosamente, 
invisiblemente, 
el perro olfateará su antiguo lugar.

Cuando esté satisfecho de que todo está bien,
el perro regresará al Paraíso con el ángel, que es a donde 
pertenecen los perros, cerca de Dios que es Quien los hizo.
A los perros en el Paraíso de los perros que no tienen hogares reales en la Tierra se les da uno en el Paraíso. 
Los hogares tienen 
patios y antejardines 
y hay sillones donde descansar 
y mesas para meterse debajo 
mientras los ángeles comen. 
Hay platos especiales 
con los nombres de los perros. 
Y cada perro es acariciado y a cada uno se le 
dice lo buen perro que es durante todo el día.
Los perros en el Paraíso de los Perros 
pueden quedarse el tiempo que 
quieran y esto puede ser para siempre. 
Ellos estarán allí cuando los 
antiguos amigos lleguen. 
Ellos estarán allí en la puerta. 
Son los perros ángeles.

Los ojos de mi perro


 

 

LOS OJOS DE MI PERRO

Si miras a los ojos a tu perro,                                                   
en su mirada podrás encontrar,                                              
el reflejo de todo lo que es bueno,                                            
y algo parecido a la soledad.  

El siempre esta atento a tus movimientos, 
esperando una caricia mas.
Y a veces ocupados y sin tiempo   
no vemos que aburrido y solo esta

Echado en un sillón esta mi perro,
su mirada esta lejos mas allá 
del vidrio mojado de la ventana
quizás la lluvia algo le va a contar.

Me acerco y comienza a mover su cola
se para y se estira para atrás,
sacude su cabeza y su cuerpo 
y   empieza despacito a ladrar.

Es su manera de pedirme un momento,
es su manera de pedirme un  paseo,
es su manera de decir..... amo te quiero.

RECITADO
Ah como te gusta que te rasque las orejas
tenés ganas de salir a pasear
vamos, agarra la correa
vamos a corretear, vamos vamos

A mis costumbres el se ha acostumbrado
y a veces creo que su libertad
como un ladrón yo se la he robado
porque solo yo no lo dejo andar

Salimos juntos a dar un paseo
el mismo recorrido una vez mas
a la misma hora todos los dias
a la misma plaza a corretear

Han pasdo los años y mi perro
se mueve lento y ya no ladra mas
echado en un sillón está tan quieto
la lluvia nada le puede contar

Sus ojos ya no brillan porque el tiempo
le regaló una triste oscuridad
no ve, ni escucha ya mis movimientos
pero el sabe que solo no está.

Me acerco lo acaricio y aún yo siento
que no perdió sus ganas de jugar
su cola me cuenta que está contento
y aunque lento u paseo hemos de dar

ESTRIBILLO
Esmi manera de pedirle  un momento
es mi manera de ofrecerle su paseo
es mi manera de decir cuanto lo quiero

Echado en un sillón está mi perro
 y la lluvia  no me deja escuchar
su respirar tan débil y tan lento
tan quieto está , no me quiero acercar

La lluvia muy lenta sigue
la lluvia quizás me quiera contar
la historia que le contaba a mi perro
la historia que el no puede  ya escuchar

Hay un sillón vacío y un silencio
y una mirada que no he de olvidar
mis  ojos mojan todos mis recuerdos
de esa mirada llena de bondad

Una correa sola está colgada
la tomo como siempre una vez mas
y caminando llego hasta la plaza
caminando con mi soledad.

La lluvia no quiere contarme nada
la lluvia nada me quiere contar
vacía se ha quedado ya la plaza
de vuelta para casa una vez mas.

Autora : Graciela Flogueras (Pina)

Foquita


¿ Linda verdad?, pues lamentablemente mueren miles al año para la confecciòn de abrigos , gorros etc. ¿ y sabes acaso cómo las matan? pues a base de golpes con un gran garrote para no estropear la piel.
 

Los polluelos


 
 
 
 
 
 
 
La revista "National Geographic" publicó hace algún tiempo un artículo sobre algo sucedido después de un incendio en el Parque Nacional Yellowstone de los E.U.
 Después de sofocado el fuego empezó la labor de evaluación de los daños,  y fue entonces que al ir caminando por el parque, un guardabosques encontró
una ave calcinada junto al pie de un árbol, en una posición bastante extraña, pues no parecía que hubiese muerto escapando o atrapada, simplemente estaba con sus alas cerradas alrededor del cuerpo.    Cuando el impactado guardabosques la golpeó suavemente con una vara, tres pequeños polluelos vivos emergieron de debajo de las alas de la madre, quien sabiendo que sus hijos no podrían escapar del fuego, no los abandonó.
 Tampoco se quedó con ellos en el nido sobre el árbol, donde el humo sube y el calor se acumula, sino que los llevó, quizás uno a uno, a la base del árbol y allí brindò su vida por salvar la de ellos.   ¿Pueden imaginar la escena? El fuego rodeándolos, los polluelos asustados y la madre muy decidida, infundiéndole paz a sus hijos, como diciéndoles: "no teman, vengan bajo mis alas, nada les pasará".  Tan seguros estaban al estar ahí tocando sus plumas, aislados del fuego, que ni siquiera habían salido de ahí horas después de apagado el incendio. Estaban totalmente confiados en la protección de la madre, y solo al sentir el golpeteo pensaron que debían de salir.               
 
(TOMADO DE LA RED )