El Lykoi tiene una apariencia que se asemeja bastante al mítico hombre lobo, pero aparentemente se comporta más como un perro.
El nombre de Lykoi traducido libremente del griego significa “gato lobo“. Estos animales presentan un pelaje desigual sobre el resto de su cuerpo y poseen una personalidad bastante fuerte.
Todo dio inicio cuando tres criadores descubrieron la mutación en los dos primeros gatos. Con base en estos dos criaron a los primeros gatos Lykoi, no sin antes practicarles diversas pruebas para descartar enfermedades genéticas.
Dermatólogos de la Universidad de Tennessee probaron las anormalidades de la piel, debido al extraño patrón de pelaje de los Lykoi. Fue cuando descubrieron que algunos de los folículos pilosos de los gatos no poseen todos los componentes necesarios para crear pelo. Incluso los folículos que llegar a producir el pelaje no tienen el equilibrio necesario para mantenerlo.
Por lo tanto, los Lykoi pueden quedar completamente calvos después de un tiempo de vida. Aunque el parecido es asombroso, las pruebas de ADN confirmaron que estos gatos no son Sphynx, la famosa raza de gatos sin pelo.
Finalmente, los criadores concluyeron que los gatos son perfectamente saludables, y el parón de pelaje no es resultado de alguna enfermedad o trastorno conocido. Se determinó que de hecho se trata de una verdadera mutación natural y por lo tanto comenzaron a producir crías.
A partir del 2012, los gatos Lykoi fueron reconocidos por la Asociación Internacional de Gatos (TICA por sus siglas en inglés) y según los últimos reportes, se están criando nuevas generaciones de esta raza con la finalidad de preservarla.
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