Animales con botes de plástico reciclados
Viendo estas lámparas que el artista Steven J. Wine crea a partir de botellas de plástico recicladas me ha parecido que podía ser una actividad buenísima para hacer con niños y que el resultado seguro que es muy divertido. Desde luego no propongo hacer lámparas, el tema de la electricidad lo dejamos a un lado de momento, pero sí inspirarnos en estos ejemplos para construir nuestros propios seres inventados con los materiales que tengamos más a mano.
Como veis, todos los ejemplos parten de una botella de plástico, las típicas de productos de limpieza que además suelen tener colores muy llamativos. La etiqueta podemos quitársela con agua caliente y jabón u optar por pintársela. Después, todo queda en manos de la imaginación, dejando que la forma misma de la botella nos sugiera qué podemos hacer: un pájaro, un tiburón, un cerdo, o un monstruo de 5 ojos, quién sabe…
Para hacer las orejas y los ojos podemos utilizar cartulina o láminas de goma eva, por ejemplo. Para las crines y crestas podemos deshacer hebras de lana, cortar tiras de tela, o usar el espumillón que seguro que ahora tenéis por toda la casa. El tema de las patas me parece más complicado, a mí se me ha ocurrido con chinchetas de esas que tienen la cabeza alargada… son unas patas un poco cortas pero sirven para darle estabilidad a la botella y que se quede de pie. Si tenéis una idea mejor contádnoslo, por favor.
Aprovechando que se nos ha terminado el suavizante en casa me he puesto manos a la obra a ver qué se me ocurría y la cosa ha terminado en un pez de colores. La verdad es que no tenía muchos materiales a mano pero con cartulinas, tijeras, pegamento, témpera y pegatinas me he sacado de la chistera a un primo de Nemo.
A diferencia de los ejemplos anteriores, yo le he dado la vuelta al envase y así el asa sirve para sujetar con facilidad la botella, de esta manera es muy sencillo simular que el pez va nadando.
A diferencia de los ejemplos anteriores, yo le he dado la vuelta al envase y así el asa sirve para sujetar con facilidad la botella, de esta manera es muy sencillo simular que el pez va nadando.
(En la foto podéis ver que el invento de las chinchetas como soporte funciona muy bien).
En fin, el resultado es bastante menos refinado que el del diseñador de quien hablábamos al inicio pero la experiencia es muy divertida, recomendable 100%. Ah, y cuando se cansen de jugar con él, al cubo amarillo y listo!!!
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