Pablo Portillo de Jesús
El ciudadano Rafael López Gutiérrez, Presidente de la República de Honduras, emitió un acuerdo el 28 de septiembre de 1923, designando el 17 de septiembre de cada año como DIA DEL MAESTRO. Este Acuerdo lo adoptó “considerando…los nobles esfuerzos realizados por los Maestros en beneficio de la juventud estudiosa”.
En el acuerdo se convocó a “la celebración de una fiesta popular y general en toda la República… consagrado exclusivamente a enaltecer las labores de los apóstoles de la enseñanza”; cuando se emitió este acuerdo el ciudadano Federico Canales desempeñaba el cargo de Secretario de Estado en el Despacho de Educación Pública.
Este acuerdo tiene una motivación congruente con “los nobles esfuerzos realizados por los maestros en beneficio de la juventud hondureña”. A los maestros se les debe recocer también los valiosos servicios que prestan para el engrandecimiento y la independencia de la patria.
Lamentablemente este acuerdo no lo han cumplido la mayoría de los gobernantes del bipartidismo, no se han preocupado por dignificar “las labores de los apóstoles de la enseñanza” al contrario, han menospreciado su labor y atropellado sus derechos, tampoco se han interesado por actualizar sus conocimientos teóricos y metodológicos.
El pueblo hondureño rinde un homenaje sincero este 17 de septiembre de 2012 a las Maestras y Maestros de nuestra patria, a los principales protagonistas de la formación de valores, de la conciencia política y ética de las niñas y niños y la juventud de nuestra sociedad, a los futuros constructores de la patria bonita, justa e igualitaria.
Rendimos un homenaje a los maestros hondureños por los cocimientos que comparten, por las ideas de amor a la patria que construyen con sus compañeros estudiantes y por los principios que forjan, principalmente amor a la patria, solidaridad, democracia, comprensión, respeto, independencia, justicia, igualdad, participación, etc.
Las Maestras y Maestros son actores de la patria nueva que han empezado a construir los humildes, actores de la patria libre que forjarán con la juventud, heredera de nuestro héroe Francisco Morazán, con las maestras y maestros y con los jóvenes, darán vida a este país que se encuentra “anarquizado” por culpa de los oligarcas y los politiqueros golpistas, traidores a la patria.
José Martí, apóstol de nuestra américa, afirmo que el desempeño de todo maestro es un compromiso y una obligación con la sociedad y, especialmente, con las jóvenes generaciones; defendía incondicionalmente a los maestros, y conocía el problema de la educación de su época que habría de prepararse para atender a las nuevas generaciones.
Los maestros saben, decía Martí, “que para enseñar a distinguir lo bello y consiguientemente lo bueno, debe haber en cada calle un kindergarten, como primera institución educativa y una escuela que responda a los intereses de los pueblos, a fin de salir de los males que afectan la obra educacional en su época”.
Y lo que falta, decía Martí, no es deseo de aprender en los discípulos, lo que falta es un cuerpo de maestros capaces de enseñar los elementos de las ciencias indispensables de este mundo nuevo". Esos son los maestros que necesitamos en nuestra patria, preparados con el método de la educación liberadora, como decía Paulo Freire.
Es indispensable preparar a nuestros maestros con el método del diálogo de Paulo Freire, para que adquieran la capacidad de formar a las niñas y niños, a la juventud que reclama la nueva sociedad, que exigen los humildes quienes no permitirán que los politiqueros arrienden ni una pulgada de nuestro suelo sagrado.
Necesitamos a maestros que asuman “la educación como práctica de la libertad”, la educación concebida como “un acto de amor, de coraje… dirigida a la realidad, a la que no teme; más bien busca transformarla, por solidaridad, por espíritu fraterno”. (Paulo Freire). En el momento actual Honduras necesita maestros con mente nueva.
Hoy más que nunca necesitamos maestros alejados de “la concepción tradicional de la educación”, una educación “fundamentalmente crítica, constructora de la conciencia política, esencialmente liberadora. Hoy, especialmente Honduras necesita de maestros que formen estudiantes nuevos, solidarios y políticamente conscientes.
Nuestros maestros necesitan fortalecer permanentemente su conciencia política para enfrentar con decisión, a los sirvientes de los politiqueros que atentan permanentemente contra los derechos de estos protagonistas de las transformaciones profundas que exige la sociedad, a todo “hombre honrado” (José Martí).
Queridos maestros y maestras, en esta fecha tan especial para ustedes, queremos dedicarles las bellas palabras que Simón Bolívar dedicara a su maestro Simón Rodríguez: “usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande y para lo hermoso”; nosotros les decimos, a ustedes debemos los ideales por la independencia.
Felicitamos a los maestros y maestras que, con valentía han enfrentado la acción represiva y de muerte que empuñan cobardemente los cuerpos criminales que utilizan los “políticos de oficio” para silenciar las justas protestas de estos héroes perseguidos y reprimidos violentamente por el aparato represivo y los aparatos ideológicos del Estado. FELÍZ DIA, VALIENTES HIJOS DE FRANCISCO MORAZÁN.
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lunes, 17 de septiembre de 2012
Feliz día del maestro en Honduras
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